Los animales son muy perceptivos a nuestras emociones y nos leen a un nivel muy profundo, como ya me habrás oído decir si me conoces de algún tiempo.
Para hablar de ellas vamos a utilizar una de las más comunes, el estrés, pero es aplicable a todas. No importa si es melancolía, tristeza, rabia, apatía, miedo… Los animales perciben cualquier emoción que estemos sintiendo. Por supuesto, también las más positivas como felicidad, alegría o ilusión, pero esas no suelen suponer un problema para ellos ni para nosotros.
Los estados emocionales crónicos son parecidos a cuando te pones una colonia y, de tanto olerla, ya no te das cuenta de que la llevas. El estrés está contigo desde hace tanto tiempo, que ya no te das cuenta de que estás estresado, pero tu animal sí lo acusa.
Su gestión emocional es diferente a la nuestra: ellos responden a un estímulo hasta que finaliza y entonces el conflicto tiende a solucionarse. Por ejemplo, un perro se estresa cuando hay un conflicto y, después, cuando el conflicto desaparece, el pico de estrés le va disminuyendo hasta que vuelve a la normalidad.
En los gatos es diferente porque ellos sí pueden mantenerse en pico de estrés mucho tiempo.
Nosotros estamos estresados de forma constante: nos estresamos porque mañana nos tenemos que levantar para trabajar, nos vamos estresados a dormir, a la mañana siguiente nos estresamos en el trabajo, llegamos a casa igual y vuelta a empezar… No hay un peligro real pero mantenemos un nivel altísimo de estrés a lo largo de todo el día que nos desgasta a nosotros y les afecta a ellos.
Tienen los sentidos tan desarrollados, que saben si olemos a adrenalina y cortisol, saben si nos sentimos bien o mal, si estamos enfermos, cómo nos sentimos… y todo esto les afecta a nivel bioquímico, electromagnético, emocional. Es decir, que les afecta directamente porque nuestro estado emocional se va a reflejar en nuestra expresión corporal y en cómo nos comportemos y dirijamos hacia ellos.
QUÉ NECESITAN DE NOSOTROS
En ese bucle de estrés y preocupación en el que estamos, llegamos a casa después de muchas horas, y no les dedicamos el tiempo que necesitan.
Pero ellos nos necesitan a nivel emocional. Necesitan que estemos presentes y sin prisas.
Nuestro animal no está ahí solo para recibirnos y portarse bien. Tiene una serie de necesidades emocionales que debemos ocuparnos de cubrir, más allá de pasear, comer e ir al veterinario. A veces les pedimos que se adapten y sean perfectos, pero no les damos lo que ellos necesitan de nosotros: que estemos tranquilos, que les demos apoyo emocional y que aprendamos a hacer una buena gestión emocional propia para que todos en casa estemos mejor.
MEJORAR EL VÍNCULO HUMANO-ANIMAL
El primer paso para mejorar el vínculo humano-animal es ser muy conscientes de nuestras emociones.
En los cursos, antes de empezar a comunicar, enseño cómo hacer una toma de contacto corporal para saber cómo nos encontramos físicamente, una toma de contacto emocional para saber cómo nos encontramos emocionalmente y una toma de contacto de cómo nos sentimos con la comunicación.
Es un ejercicio muy útil que tú también puedes hacer porque conseguimos un análisis profundo de las emociones que estamos gestionando en ese momento, si tenemos tensiones o dolores, y cómo tenemos el día. Tras tomar conciencia de nosotros, ya poder ver objetivamente lo que está pasando fuera.
PROBLEMA DE COMPORTAMIENTO O ENFERMEDAD
El ciclo vital de los animales es más corto, por lo que cualquier enfermedad sale antes a la luz. Una emoción mal gestionada puede producir dos cosas: una enfermedad o un problema de comportamiento.
El problema de comportamiento puede ser muy incómodo y ponerte en situaciones de tensión, pero es mucho más fácil de rectificar que una enfermedad porque el daño no ha llegado todavía a los órganos.
6 COSAS QUE PUEDO HACER CUANDO MI ANIMAL ESTÁ ENFERMO
Cada caso es único y diferente. Si puedes, haz una comunicación para que él mismo te diga qué necesita, pero en general lo que podemos hacer por ellos es:
– Mucho acompañamiento
– Transmitirles mucha tranquilidad
– Hacer una escucha continua para ver qué necesitan en cada momento
– Afrontar nuestros miedos ante su enfermedad, analizando cómo vivimos la muerte para aliviarles la carga emocional
– Distinguir qué emociones son nuestras y cuáles del animal. A veces no podemos ver a nuestro animal enfermo porque creemos que sufre, pero en realidad no está sufriendo, está haciendo su proceso. Quien sufre somos nosotros porque nos cuesta dejar ir. Los animales nos dan la oportunidad de aprender a hacerlo.
– Si llega su momento de marchar, permitirle que haga su camino y decida si quiere hacerlo en casa, si quiere eutanasia, etc…
ESPACIOS DE TRANQUILIDAD Y LIBERACIÓN
En la cuarentena, muchos animales que estuvieron encerrados en casa con nosotros lo pasaron muy mal. Les hemos acostumbrado a estar solos muchas horas al día, y de un día para otro nos quedamos encerrados en casa con las emociones a flor de piel y muchos miedos.
En las comunicaciones me contaban cosas como que sus responsables nos les dejaban dormir, que hacían mucho ruido, o que no podían relacionarse en el parque con otros perros como siempre. Para ellos fue difícil.
Ellos también necesitan sus momentos de tranquilidad y silencio para descansar, y mucho contacto con la naturaleza porque se descargan energéticamente a través de sus almohadillas al tocar la tierra.
RESUMIENDO, para mantener una buena salud emocional:
– Observa sus necesidades
– Dales los momentos de tranquilidad y calma que necesiten
– En el caso de los perros, dales tiempo de calidad en los paseos con atención y sin prisa, soltando el estrés y la preocupación
– En el caso de los gatos, potencia sus sentidos de caza en los juegos, el enriquecimiento ambiental y déjales “cazar” algo rico
– Encuentra actividades o técnicas que te ayuden a gestionar tus emociones y soltar el estrés
– Mírale a los ojos o busca la mejor forma para conectar con cómo se siente él y cómo te sientes tú
Y, si quieres profundizar en la conexión y comunicación con los animales y con tu animal, te ayudo a empezar con ejercicios, meditaciones y bonus especiales en Aprende a hablar con los Animales.
– Clara Martín, Comunicadora animal, terapeuta y formadora.
En el vídeo Las emociones en nuestros animales contesto a las preguntas que me van haciendo, como alimentación saludable y animales con ansiedad por la comida, entre otras cosas.
Pincha encima de la imagen para ir al directo: Las emociones en nuestros animales.
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