Los seres vivos tenemos diferentes niveles de conciencia pero ninguno es mejor o peor. Cada uno tiene su función.
Los animales están muy conectados con su alma grupal: tienen una gran conciencia de grupo, de colectivo y de especie. Nosotros estamos muy individualizados, nos cuesta mucho más que a ellos crear comunidad o compartir entre nosotros. Sin embargo, creamos vínculos muy estrechos con los animales porque con ellos nos abrimos y confiamos más, y porque ellos con su conciencia de grupo nos hacen sentir muy acogidos.
Los insectos tienen su propia alma y conciencia individual, pero están aún más conectados a la conciencia colectiva que todos los demás.
El alma grupo es tan importante para ellos que, si matas a una mosca, inmediatamente está volviendo a nacer en otro lugar, y su conciencia global es tan amplia, que su ciclo vital -su tránsito por este mundo y el regreso- es muy rápido.
Son seres muy sabios, aunque ellos ni siquiera lo saben. Son tan conscientes de lo que han venido a hacer, que no se plantean nada más. Para ellos es más importante su función global que sus necesidades individuales.
Para mí son un gran ejemplo.
Pero, además, su perspectiva de las cosas es fascinante. El mundo contiene el macrocosmos e infinitos microcosmos. Tu vida, tu espacio, tu habitación, y el de cada uno de nosotros es un microcosmos. Pues bien, imagina cómo es el de un insecto, cómo ve la hierba o una gota de agua desde el suelo, la montaña o volando por el cielo… Si te pones en su lugar e imaginas el mundo desde su perspectiva, vas a descubrir una inmensa belleza (la película Bichos lo muestra muy bien).
ACTÚAN POR UN BIEN GLOBAL
Los insectos se mueven por resonancia y se sienten atraídos hacia nosotros o hacia los distintos lugares por la energía que perciben. Por ejemplo, las avispas van al miedo, las moscas mueven información y las hormigas van a la emoción de escasez.
Las abejas, como sabrás, tienen una función imprescindible para la vida en el planeta: polinizan para mantenernos a todos con vida. Si ellas desaparecen, en dos años desaparecemos todos. Yo he rescatado a muchas que habían sufrido un golpe de calor o falta de alimento diluyendo un poco de miel y agua en una cuchara, y son increíblemente agradecidas. Es difícil de entender cómo cabe tanto sentimiento en ese cuerpo tan pequeñito que tienen. Su agradecimiento es tan inmenso que te sobrepasa.
Las cochinillas o chanchitos de tierra (bichos bola) se sienten atraídos por las fallas energéticas de la casa. Su presencia puede indicar que hay zonas de metales pesados que intentan equilibrar.
Las cucarachas van a limpiar espacios que están sucios a nivel físico, emocional y/o energético. Para evitar que entren en casa, lo que he visto que mejor funciona es que, tanto tú como el espacio, estéis limpios a esos tres niveles.
Los mosquitos se sienten atraídos según la bioquímica de nuestra sangre, pero además perciben las disonancias en nuestro sistema electromagnético y lo equilibran picándonos en puntos muy concretos que luego nosotros estimulamos rascándonos. Modificando nuestro campo electromagnético impactan en el campo global, haciendo un bien para todos.
Las arañas son las tejedoras de la conciencia y las emociones. La física cuántica ha demostrado que el espacio tiene hilos de información y las arañas manejan muy bien esa información.
Con las garrapatas yo no he conseguido comunicar, pero sí he llegado a percibir de ellas un instinto muy primitivo, es decir, chupan sangre porque tienen que vivir. Y también he detectado un patrón, que es que muchas veces ayudan a los animales que están muy enfermos a irse.
Si tienes parásitos en casa, te recomiendo que analices cómo está la energía de todos los que vivís allí y de la propia casa, por ejemplo, si tenéis mucho desgaste o cansancio.
QUÉ HACER
Si tienes una plaga o se te acerca mucho un tipo de insecto, lo primero es analizar las circunstancias. Si vives en el campo, tu casa está en su casa y es lógico que entren dentro. No están indicando necesariamente que haya algo en la casa o en ti que les atraiga, pero es diferente si tienes una plaga de hormigas en el centro de una ciudad en un 8º piso.
Lo que yo suelo hacer es decirles que ya he recibido el mensaje y me voy a encargar de ello. Si lo haces de verdad, se suelen relajar hasta que ven que el conflicto está resuelto y desaparecen.
Tenemos que tener en cuenta que le estamos quitando mucho territorio a los animales y a los insectos para vivir, comer y beber, y ellos tienen que sobrevivir. Pero siempre puedes llegar a acuerdos mediante la comunicación para ayudarles a tener agua y comida, y a cambio que no entren dentro de tu casa o no se coman tu huerto.
Cualquier insecto nos equilibra, limpia, modifica o tiene una función importante para todos. Realmente nos ayudan, y aunque a nosotros nos generen mucho rechazo, siguen fielmente su cometido.
En mi opinión, tenemos que empezar a cambiar de perspectiva, quitarnos el ego y ser humildes para entender que, cada ser que forma parte de este planeta, está por una buena razón.
Y los insectos, como los animales, nos dan la oportunidad de conocernos mejor y solucionar desequilibrios en nuestra vida, si escuchamos su mensaje.
Todos podemos salir ganando.
– Clara Martín, Comunicadora animal, terapeuta y formadora.
En el vídeo Alma grupo e insectos te cuento la historia más impresionante que he vivido con insectos. Fue con un grupo enorme de avispas que había entrado en el salón de una casa en la que viví en el campo. Después de comunicar con ellas y llegar a un acuerdo favorable para todas, la relación y la armonía en la convivencia fueron impresionantes hasta el punto de convertirse en nuestras aliadas.
Y, si quieres aprender Comunicación Animal, mira aquí.
Pincha encima de la imagen para ver el vídeo: Alma grupo e insectos.
¿Quieres formarte conmigo?
- Curso gratuito de Comunicación con Animales.
- Libro Aprende a hablar con los Animales con meditaciones, ejercicios, vídeos y bonus para empezar a comunicar.
- Curso de Comunicación con Animales Nivel 1.
- Curso Aprende a hablar con tu animal.
- Curso Reiki para Animales.